viernes, 2 de mayo de 2008

Derecho al estudio

Es simplemente el derecho a que toda persona que quiera estudiar lo pueda hacer, solo por el hecho de tener ganas, de estar dispuesta a ello.

Que no haya ninguna limitación económica significa que las universidades no sean aranceladas, que nadie haga negocio con los materiales de estudio, ni con las clases de apoyo.

Dentro de la facultad, el dinero no debería ser un problema, ya que los estudiantes se están formando, para luego con su trabajo calificado retribuir a la sociedad que, como ocurre en nuestro país, sostiene a la universidad con sus impuestos.

Con horarios que se puedan adaptar a quien trabaje, un menú estudiantil accesible, fotocopias al costo y becas para quien más las necesite, se estarían abriendo las puertas de acceso a la educación para muchos.

En segundo lugar, si el sentido de la educación es aprender, los méritos tampoco deberían ser un impedimento, ni para ingresar a una carrera, ni para avanzar en la misma teniendo más posibilidades de elegir horarios, materias o recibir becas quien tenga promedio más alto.
La nota de un examen, no puede medir el esfuerzo que pusimos en estudiar. Si para aprender una materia, primero hay que tener los conocimientos de otra, el examen medirá si el alumno está preparado o no para seguir adelante. Nada más.

Incluso el examen mismo puede ser una instancia de aprendizaje, no una nota vacía que determina un éxito o un fracaso, y, por ende, una traba para el que se encuentra en el último caso.

Finalmente, debe haber instancias de recuperación sin absurdas pérdidas de tiempo y ausencia de obstáculos burocráticos para quien no se anotó a tiempo, perdió la regularidad, o le falta algún trámite.

1 comentario:

kat dijo...

BUENISIMOOOOOO!!!!!!!!!